¿Qué es la Financiación Externa?
La Financiación Externa es un término que se utiliza en el mundo de las finanzas y la economía para referirse a los fondos que una empresa obtiene de fuentes externas, es decir, fuera de su propia organización. Estas fuentes pueden incluir bancos, inversores privados, mercados de capitales, entre otros. Este tipo de financiación se utiliza generalmente cuando la empresa necesita capital adicional para expandirse, invertir en nuevos proyectos, o para cubrir gastos operativos.
¿Por qué las empresas buscan Financiación Externa?
Las empresas buscan Financiación Externa por varias razones. Una de las más comunes es la necesidad de capital para expandirse. Por ejemplo, una empresa puede necesitar comprar maquinaria nueva, abrir una nueva ubicación, o contratar más personal. En estos casos, la financiación externa puede proporcionar el capital necesario para hacer estas inversiones.
Además, la financiación externa puede ser útil para las empresas que están pasando por dificultades financieras. Si una empresa está luchando para cubrir sus gastos operativos, puede buscar financiación externa para ayudar a mantenerse a flote.
¿Cómo funciona la Financiación Externa?
El proceso de obtener Financiación Externa puede variar dependiendo de la fuente de financiación. En general, la empresa que busca financiación debe presentar una propuesta o un plan de negocios a la fuente de financiación. Este plan de negocios debe detallar cómo se utilizarán los fondos y cómo la empresa planea devolver el dinero.
Una vez que la fuente de financiación ha revisado y aprobado la propuesta, se establecen los términos del acuerdo de financiación. Estos términos pueden incluir la cantidad de dinero que se proporcionará, la tasa de interés que se cobrará, y el plazo para la devolución del dinero.
¿Cómo afecta la Financiación Externa a las empresas?
La Financiación Externa puede tener un impacto significativo en las empresas. Por un lado, puede proporcionar el capital necesario para la expansión y el crecimiento. Sin embargo, también puede aumentar el nivel de deuda de la empresa, lo que puede ser riesgoso si la empresa no es capaz de devolver el dinero.
Además, la financiación externa puede diluir la propiedad de la empresa. Si la financiación se obtiene a través de la emisión de acciones, los propietarios actuales de la empresa pueden terminar con una participación menor en la empresa.
En resumen, la financiación externa es una herramienta valiosa para las empresas que necesitan capital adicional. Sin embargo, también puede presentar riesgos y desafíos, por lo que las empresas deben considerar cuidadosamente sus opciones antes de buscar financiación externa.